sábado, 21 de abril de 2012

En mi hambre mando yo


Cercenad mis derechos con la güadaña de mi muerte,

cohartad mi libertad con vuestros dividendos,

arruinad mi futuro con vuestros planes inertes,

quitadme mi alimento con vuestra especulación,

haced que la información recibida merme,

Hacedlo, pero sólo quiero deciros que mi sonrisa,

mi sonrisa y mi hambre se yerguen

y por más que cortéis la flores, seguirán creciendo

y pronto el beleño blanco será el de vuestra muerte.









Creo en todo lo que hago, porque lo hago convencido. Para aquellos que creen que la utopía es la alternativa, sólo quiero decir que no lo es: la utopía es la primera opción, y su sistema alternativo, el capitalismo, no funciona, como sí lo hace perseguir los sueños.



Algunos consideran mis palabras propias de un antisistema, pero no nos damos cuenta que quien va en nuestra contra es el propio sistema, y que es él con su agresividad quien nos incita, que es él con sus normas económicas quien nos oprime. No, el sistema capitalista no es la opción, es la utopía de aquellos malvados que nos quisieron someter, pero que no lo conseguirán, porque en nuestra hambre mandamos nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario